Lo esculpió, con mano maestra, Lola Mora, y desde 1904 preside la plaza Alberdi. Ahora está en terapia intensiva. El enfermo, el monumento de Juan Bautista Alberdi, ha sido aislado por una doble media sombra en su ámbito techado, para su restauración. Cada elemento escultórico está envuelto, algunos en capas de algodón y todos, cubiertos con grueso polietileno.
Como médicos, usan largos delantales; la diferencia es que estos están llenos de polvo. Diez asistentes especializados trabajan -de lunes a lunes- sobre los cuerpos marmóreos. Los dirige la escultora y restauradora Beatriz Cazzaniga, que se saca el casco, las antiparras y los guantes para contarle a LA GACETA qué están haciendo.
"Estas obras sufren enfermedades -como un cáncer o una diabetes-; hay que ver sus causas y efectos. Vemos manchas y fisuras, y consultamos a distintos especialistas que determinan si son colonias (por microorganismos, hongos, excrementos, entre otros problemas)", explica.
"La tarea de restauración persigue, por un lado, sanear y por otro, demorar la muerte del material. Por eso aplicamos productos que son compatibles químicamente con el material constitutivo. Son testeados, y se aplican gradual y puntualmente. Por eso la restauración es un trabajo interdisciplinario que involucra estudios petógrafos, químicos orgánicos e inorgánicos y biológicos", enumera.
Casi 20 años
Cazzaniga estuvo al frente del equipo que intervino -junto a dos expertos italianos del Istituto Centrale del Restauro (Roma)- en la anterior restauración, que concluyó en 1994, a partir de un convenio entre la Municipalidad y la UNT. "Estamos haciendo una revisión de lo que hicimos en 1994. Estamos revisando fisuras y manchas. Hay una serie de gráficos comparativos que muestran los cambios porque el medio ambiente sigue actuando y aparecen otros problemas, como sismos, maloja o vandalismo. La suma de todos ellos puede ser degradante no sólo en superficie sino también en estructura".
El equipo de restauradores trabaja contra reloj desde principios de agosto, con plazo hasta fines de septiembre, para eliminar microorganismos, hacer desinfección, limpieza general, revisar consolidación, estucado (que se mantiene bastante bien) y luego aplicar los protectivos. La tarea incluye análisis químicos para ver si le colocan más o menos sales, de fisuras a través de ultrasonido, de manchas amarillas, entre otros problemas. "La metodología de aplicación es el problema, respecto no sólo de qué productos se aplican sino también de cómo pueden actuar", señala la escultora.
"Creemos que antes de fin de septiembre llegaremos con la tarea más importante: tratar de que el monumento tenga un filme protectivo que lo va a conservar para que se siga trabajando con el entorno -especifica-. Nos proponemos trabajar no sólo en la obra sino paralelamente con los otros elementos ambientales de la plaza, que ayuden a que la obra se mantenga".
Cazzaniga se refiere a las reparaciones que requiere la cubierta de policarbonato; a los problemas que representan las aves (en especial las palomas), los árboles cercanos (habría que podarlos y fumigarlos) entre otros.
"Todos son trabajos pormenorizados, por eso deberían trabajar juntos Parques y Jardines, Obras Públicas, Planeamiento, Historia y Patrimonio", sostiene la especialista.
La artista está trabajando en el Proyecto Ciunt de Revalorización del Patrimonio Cultural y Arquitectónico del Centenario, junto a las arquitectas Marta Silva y Silvia Rossi. Ya abordaron otras obras de Lola Mora; el monumento de Laprida (San Juan) y el de La Paz (Jujuy).
El monumento de Alberdi está enfermo, pero lo salvará el trabajo en profundidad. Cazzaniga se propone dejar programados los problemas que puedan presentarse a futuro, y proponer alternativas de solución.
De primera.- "Es un mármol de primera; lo hicimos analizar. Fui al lugar de donde Lola Mora sacaba la piedra (La Coercetta, Italia): hay todo un proceso de extracción del material. El mármol no es un material apto para exteriores. Habría que hacer una copia, como se hace en Europa" (Beatriz Cazzaniga).
Los árboles cercanos.- "Sería bueno que podaran la vegetación para que los bichos no penetren en las fisuras". (B.C.)
Seguimiento- "Habría que hacer un seguimiento cada dos o tres meses, a cargo de un equipo especializado. Si conseguimos el equipo de ultrasonido podremos medir el estado de las fisuras. Pero ya tenemos una base de datos para corroborar que las fisuras no se hayan agrandado o extendido". (B. C.)
La profesión de restaurar.- "Este un trabajo delicado. La gente se acerca y pregunta: ¿con qué la estás lavando? Quieren una receta para limpiar antigüedades. ¡Pero yo no limpio y no pongo el fragmento que le falta! Esta es una profesión. En una obra de arte hay que estudiar en profundidad el material, la modalidad de ejecución según época o estilo". (B.C.)
Microclimas.- "En los diferentes ángulos cada día tiene diferentes temperatura y humedad. La misma obra tiene diferentes microclimas". (B.C.)
Limpieza y reparación.- "Sólo de limpieza son cinco o seis procesos que se van aplicando gradualmente y en lugares puntuales. Esto no es cepillar. Acá se mantiene la idea de que hay que reparar. El Istituto del Restauro dice: no pongamos nada; veamos qué pasa (porque se encontraron con un montón de obras retocadas y arruinadas)". (B.C.)
Los vándalos y los vecinos.- "Subieron dos veces, por eso se puso la reja. Hay un problema de educación y conocimiento. Creo que a través de esta obra que volvemos a recuperar se intervenga en el entorno y la plaza vuelva a revivir. Había una comisión de vecinos que trabajaba por ella; pero ya no se ve a nadie. Hay personas que se acercan y preguntan qué mas se puede hacer. Se debería hacer una revisión de cómo se vive la plaza". (B.C.)
Cerca de obra.- "Ahora se está trabajando sobre todo en la parte inferior. Después del Día del Abogado ya se le colocará una cerca de obra para cerrarla por la restauración integral". (Luis Lobo Chaklián, secretario de Planeamiento de la Municipalidad)